“Tú que habitas a la sombra de Elyon, pasas tus noches a la sombra del Shaddai.” La versión BLP dice: “Tú que habitas al amparo del Altísimo, tú que vives al abrigo del Todopoderoso,”
Primero vamos a definir las palabras claves en este verso y la palabra hebrea que se utiliza:
- habitas (yashab, 3427)- Significa sentar, permanecer, acatar. O sea, si sustituimos la palabra habitas por acatar diría: “Tú que acatas…” ¿Qué está acatando el salmista? Veamos la próxima palabra clave.
- sombra, en otras versiones dice abrigo, amparo (cether, 5643)- Significa lugar secreto, cubierta, refugio, escondite, protección, en privado. Es en el lugar secreto, en privado, que Dios nos llama que estemos. En Mateo 6:6 dice: “Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta, y ora a tu Padre en secreto.” En esta temporada Dios nos ha quitado el ruido externo, para que entremos al lugar secreto. ¿Pero, por qué Él está insistiendo en esto? Él desea entregarnos algo, pero sólo lo podemos obtener si entramos a ese lugar. Esta palabra viene de la raíz “cathar” (5641) que significa esconder, ocultar cuidadosamente, estar ausente, mantenerte cerca, seguramente, protección, defensa (como guardia, custodio). Estar ausente, es como si sabemos que todo está en caos a nuestro alrededor, pero no estamos presente en el caos. O sea, no nos está afectando, porque nuestra confianza no está en las circunstancias, sino en Yehovah. En el Salmos 27:5 dice: “Porque Él me escondió en Su Tabernáculo en el día de mi aflicción, Él me cobijó en el secreto de Su Tabernáculo, Él me puso en alto sobre una roca.” ¿Dónde Dios escondió al salmista? ¡EN SU TABERNÁCULO! En tiempos de Moisés, en la Tienda de Reunión, se levantó un Tabernáculo que era donde se encontraba el Arca del Testimonio. Adentro del Arca del Testimonio se encontraba las tablas del testimonio que no es otra cosa que la Torah, las instrucciones que el pueblo debía seguir y que hoy nosotros debemos seguir. Cuando Yeshua se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14), Él grabó cada una de las instrucciones en los corazones de aquellos que retornaron a su camino. Cada vez que regresamos a Yeshua, Él graba en nuestros corazones la Torah para que la obedezcamos. Por eso nos envió al Espíritu Santo, para que nos ayude a recordar lo que está grabado adentro de nosotros.
- pasas tus noches, habitas, en otras versiones dice morará (luwn 3885)- significa quedarse permanentemente, acatar. Acatar significa tolerar, respetar o consentir en algo. Cumplir una determinada orden o requerimiento. Aceptar realizar aquello que le indican. Cuando nos quedamos permanentemente en su presencia, acatamos sus instrucciones sin excusas.
- sombra, abrigo (tsel 6738)- significa defensa y viene de la raíz “tsale” (6751) que da la idea o se relaciona con flotar sobre algo. Viene a mi mente Génesis 1:2 que dice que el Espíritu de Yehovah se movía sobre la superficie de las aguas. Esta palabra, a su vez, viene de la raíz primitiva “tsalal” (6749) que significa correctamente, caerse, establecer por un movimiento ondulante.
Resumiendo, cuando nos sentamos en el lugar secreto, somos transformados. Esa transformación nos lleva a querer quedarnos permanentemente en su presencia. Es ahí, en su cubierta, que encontramos sus instrucciones para nuestra vida y estamos dispuesto a acatar esas instrucciones. Porque, cuando aceptamos a Yeshua como nuestro Salvador, Redentor, automáticamente sus instrucciones son grabadas en nuestros corazones. Su presencia nos mantiene flotando sobre cualquier circunstancia. La obediencia a sus instrucciones es lo que abrirá o cerrará las bendiciones que se describen en el resto del verso. Podremos recitar diariamente este salmo, específicamente los versos del 2-13, pero si no hacemos lo que dice el versículo 1, estamos perdiendo el tiempo.Estamos en la mejor temporada para poner en práctica este versículo. Y que Yehovah nos diga a cada uno: “Tú que permaneces constantemente en mi presencia, y conoces quién soy, y confías en mí, serás protegido de todo lo que acontezca en este mundo. Por cuanto permaneces en mí, ninguna plaga tocará tu morada.” Te preguntarás por qué la plaga no puede tocar tu morada. Porque tu morada es la presencia de Yehovah, tu morada es en Su Tabernáculo.
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