Los médicos recomiendan que a los infantes no se les pongan zapatos. Es necesario que aprendan a caminar tocando el suelo con la planta de los pies ya que les ayudará a incrementar la fuerza y coordinación en sus piernas y pies. Para los quiropracticos, el estado de salud de los pies se reflejará en el cuerpo.
A cada lugar que vas, lo primero que toca ese suelo son tus zapatos. Nosotros somos espíritu, alma y cuerpo. Nuestro espíritu tiene un cuerpo idéntico al cuerpo físico, con todas las partes. Por tanto, los pies de tu espíritu, son los que realmente están tocando ese suelo. Cuando tocas el suelo haces un pacto, una alianza, con las potestades que tienen gobierno sobre ese terreno. Entonces, el diablo tiene derecho legal sobre ti y comienza a ponerte zapatos que te contaminan, te dañan y detienen tu destino profético. Por eso tenemos que tener cuidado dónde nos metemos.
Hay diferentes tipos de zapatos: de seguridad, de caminar, casuales, formales, de bailar, de correr, para el agua, etc. ¿Qué zapatos tienes puesto ahora mismo? ¿Tacos para poder mirar por encima de los demás? ¿Grandes para imitar a otros? ¿Pequeños que han provocado en ti llagas o callos y detienen tu caminar?
Cosas que hacen que el zapato te moleste:
- objetos dentro de ellos- esto te impedirá continuar tu camino
- pequeño- te aprietan y provocarán llagas, bolsitas de agua, callos
- angosto- te pueden salir juanetes (sobrehuesos)
- grande- se te sale, nos ponemos zapatos que no nos corresponden, queremos ser como otros, imitadores de seres imperfectos. Puede provocar que nos caigamos.
¿Qué lugares has pisado con los cuales hiciste alianza? Necesitas quitarte esos zapatos, lavarte los pies y ser limpio.
Formas de adquirir zapatos no diseñados por Elohim:
- Los que te pusieron. (maldiciones o crianza) De independencia, de inferioridad, de inseguridad, de miedos.
- Decisiones de ir a lugares que no debemos estar.
Hay muchísimos versículos en la Biblia que demuestran y dejan claro la importancia de los pies y las funciones:
- para purificación- Éxodo 30:21 Se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones. Juan 13:5 Luego vertió un poco de agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de sus discípulos, y a secarlos con la toalla que se había puesto alrededor de su cintura.
- para la conquista- Josué 4:18 Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Yehovah subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en lugar seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes. Josué 14:9 Ese día Moisés juró: De cierto la tierra donde tu pie ha estado será la herencia para ti y tu descendencia para siempre, porque tú has seguido completamente a Yehovah mi Elohim. Salmos 8:6 Le hiciste gobernar sobre la obra de tus manos, pusiste todo bajo sus pies. Isaías 28:3 Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín.
- para transicionar- Éxodo 3:5 Él dijo: ¡No te acerques más! Quita tus sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás parado es tierra apartada. Josué 5:15 El comandante del ejército de Yehovah respondió a Josué: Quita tus sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás parado es apartado. Hechos 7:33 Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra apartada.
- para dirigir- Salmos 119:59 He pensado acerca de mis caminos y he vuelto mis pies hacia Tu instrucción. Salmos 119:101 Aparto mis pies de todo camino maligno, para guardar Tus Palabras. Prov 1:15 Hijo mío, no vayas con ellos, no pongas tu pie en sus sendas. Prov 4:26-27 Allana el sendero para tus pies, todos tus caminos sean propiamente preparados rectos; entonces no te desvíes ni a la derecha ni a la izquierda; y mantén tu pie lejos de la maldad.
- para adorar- Salmos 122:2 Nuestros pies ya estaban firmes a tus puertas, oh Jerusalén.
Promesas cuando tienes los pies purificados
- protección- 1 Samuel 2:9 El guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será fuerte por su propia fuerza. Salmos 37:31 La Torah de su Elohim está en su corazón, sus pies no resbalan. Salmos 66:9 Él preserva nuestras almas y mantiene nuestros pies libre de tropiezo. Prov 3:26 Te puedes apoyar en Yehovah, Él preservará tu pie de caer en la trampa.
- seguridad- Salmos 17:5 Mis pasos se afianzan firmemente a tus sendas, mis pies no resbalan. Salmos 31:8 Tú no me entregaste en las manos del enemigo; pusiste mis pies en lugar abierto. Salmos 94:18 Cuando yo dije: ¡Mi pie está resbalando! Tu misericordia, Yehovah, me sostuvo.
- fortaleza- Salmos 18:33 Él me hace ligero, con pie firme como un ciervo, y me capactira para pararme en las alturas. Habacuc 3:19 ¡Yehovah Elohim es mi fortaleza! Él me hace ligero y de paso firme como al ciervo y me capacita para andar en las alturas.
- dirección- Salmos 18:36 Tú alargas los pasos quer puedo tomar, sin embargo, mis pies no resbalaron. Salmos 91:12 Ellos te llevarán en sus manos, para que no tropieces en la roca. Salmos 119:105 Lámpara a mis pies Tu Torah, y luz en mi senda. Proverbios 3:23 Entonces caminarás confiadamente en Shalom por tu senda, sin que tu pie tropiece. Jeremías 2:25 ¡Aparta tu pie de caminos escabrosos, y tu garganta de la sed! Pero tú dices: ¡No, no hay remedio! Yo amo a estos extranjeros y voy tras ellos.
- liberación- Salmos 25:15 Mis ojos están siempre dirigidos a Yehovah, porque Él librará mis pies de la red. Salmos 56:13 Porque Tú has librado mi alma de la muerte, has librado mis pies del tropiezo, para que pueda ser muy placentero delante de Elohim, en la tierra de los vivientes. Salmos 116:8 Sí, Tú me has rescatado de la muerte, a mis ojos de las lágrimas y mis pies de caer.
- posición- Salmos 40:2 Él me sacó del pozo de la miseria, fuera del lodo fangoso, y puso mis pies en una roca, y ordenó mis sendas rectas. Salmos 47:3 Él somete pueblos a nosotros, pone naciones debajo de nuestros pies. Isaías 60:14 Los hijos de tus opresores vendrán y se inclinarán humillados ante ti, todos los que te aborrecieron caerán a tus pies, llamándote la Ciudad de Yehovah, Sión del Santo de Israel.
Consecuencias:
- desorientación- Prov 6:12-13 Un hombre necio y un transfresor van en caminos que no son buenos, guiñando sus ojos, arrastrando sus pies, apuntando con sus dedos. Prov 7:11 Ella es vulgar y del tipo impulsivo, cuyos pies no se quedan en casa;
- seguirá al pecado- Prov 6:18 pies prestos a correr a hacer el mal,
- desprotegido- Prov 6:28 ¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?
- sin dirección- Prov 25:17 Detén tu pie de la casa de tu vecino, No sea que hastiado de ti te aborrezca.
En la palabra, vemos dos ejemplos donde Elohim les dijo a estos personajes que se quitaran las sandalias porque pisaban lugar santo.
- Moisés- traía sandalias de una crianza en Egipto de idolatría, abuso al prójimo, asesino, etc. y Elohim le pidió que se las quitara. Fue ahí en su presencia donde Elohim lo restauró, no sabemos cuánto tiempo estuvo en la zarza pero lo que sí sabemos es que cuando salió de la presencia de Elohim salió con un calzado nuevo, un calzado de libertador.
- Josué- aunque era el líder del pueblo tenía un calzado de miedo. Tú puedes ser líder en un ministerio, pero si aún tienes miedo, tu trabajo va a ser limitado. Josué venía de haber vivido en el desierto 40 años, viendo milagros, pero también viendo cómo no se cumplía la promesa, venía de haber perdido su familia por desobediencia, venía de una familia esclava, venía de vivir en un ambiente de quejas, falta de fe, incredulidad, etc.. O sea, que él llevaba un calzado de independencia, desobediencia, no querer someterse a autoridad, de falta de fe, miedo, esclavitud, incredulidad, etc. y Yehovah tenía que restaurarlo y cambiarle su calzado. Cuando salió de ahí salió con un calzado de guerrero, de líder valiente.
Cuando estás en la presencia de Yehovah estás pisando lugar santo. Para entrar al lugar santo tienes que estar descalzo, desnudo, libre de alianzas, contratos, ataduras, pactos, características de la naturaleza del diablo (orgullo, mentira, soberbia, altivez, etc.). En el tabernáculo había un lavatorio donde los sacerdotes se quitaban las manchas de las manos y los pies antes de entrar al lugar santo. Cuando has tenido un encuentro con su presencia, sales con un calzado que va a protegerte en el camino del mundo. Ese es el calzado del evangelio de la paz y se conquista en el lugar santo, en su presencia. Evangelio viene de la palabra griega “euanguelion” que significa: buen mensaje. Paz viene de la palabra hebrea Shalom que significa: paz, tranquilidad, seguridad, bienestar, salud, contentamiento, consuelo, entereza, integridad y prosperidad. Isaías 52:7 dice: ¡Cuán bienvenidos sobre los montes son los pies del heraldo que anuncia felicidad, que proclama bienestar, que anuncia la victoria, que le dice a Tsiyón (Sión): “¡Tu Elohim es Rey!” Heraldo viene de la palabra griega “kerusso” que significa proclamador. Entonces, cuando tu conquistas, en la presencia de Elohim, ese calzado sales listo para proclamar al mundo entero lo que recibiste. Moisés y Josué conquistaron ese calzado y recibieron libertad y pudieron ir a proclamar las nuevas de liberación, de seguridad, etc. Ese calzado te da valentía, denuedo, seguridad, pasión, etc. Hoy Yehovah quiere quitarte los zapatos que te han puesto y lavar tus pies. El lavado de pies no era meramente una costumbre ceremonial. Era una práctica importante porque la gente caminaba con sandalias por calles llenas de polvo y de excrementos. Sus pies se ensuciaban y se volvían hediondos. Los lugares que hemos pisado, las experiencias que hemos tenido nos han ensuciado los pies y han hecho que apesten. Cuando Yeshua murió, fue aplastado y traspasado para hacernos libre del pecado y la rebelión. Este es el primer paso que tienes que dar, permitir que su sangre derramada te limpie del pecado (Juan 13:10). Pero, adicional a permitir que Yeshua te limpie con su sangre, como creyente tienes que permitir que él te lave los pies. Debemos dejar que Él nos limpie de los efectos del pecado en nuestras vidas. Creyentes en Yeshua han sido completa y permanentemente librados de la culpa y castigo del pecado, pero aun así necesitamos ser librados del poder del pecado que sigue actuando en nuestras vidas. Cuando pecamos como Creyentes, somos perdonados por Elohim, pero nuestra conciencia sensibilizada está mancillada y somos acusados por Satanás. El Espíritu Santo a su vez nos convence de nuestras actitudes y conductas erróneas, las cuales debemos reconocer ante Yeshua, y dejar que Él aplique su perdón a nuestra conciencia, y cooperar con Él en la medida que Él comienza a cambiarnos desde adentro. Debemos dejar que Él nos renueve de los efectos de vivir toda una vida en un mundo espiritualmente hostil. En el mundo antiguo, era imposible caminar sin que tus pies se ensuciaran. De la misma manera, no es posible para nosotros como Creyentes, vivir en este mundo sin ser afectados negativamente por esta atmósfera espiritual. Esto es diferente al hecho de elegir pecar. Cada Creyente conoce la experiencia de pasar un día en el mundo del trabajo, escuela, etc. y sintiéndose de alguna forma espiritualmente fatigado, cubiertos por un “polvo” el cual nos hace sentir gastados y deformados y distante de Elohim. Necesitamos ser renovados en nuestra comunión con Elohim, y Yeshua es el Único que puede hacer esto, removiendo el polvo y revitalizándonos.
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